Huéscar, dibujo del Castrastro de Ensenada. Mitad del Siglo XVIII

DE LA PENURIA A LA OPULENCIA: LAS FINANZAS DEL CONCEJO DE HUÉSCAR EN LA
PRIMERA MITAD DEL XVI.
Julián Pablo Díaz López

Chronica Nova, 31, 2005, 65-98

Palabras clave: Huéscar, siglo XVI, condestable de Navarra, duque de Alba, legisla­ción local, hacienda del concejo.

Introducción

La documentación de cuentas de propios conservada en el Archivo Municipal de Huéscar nos permite elucidar cómo la hacienda de la ciudad pasó, entre los años finales del siglo XV y mediados del Quinientos, de la penuria a la opulencia. En esta evolución distinguimos tres fases.

La primera, que abarca el primer cuarto del siglo XVI, caracterizada por los agobios contables, la insuficiencia de bienes con los que poder hacer frente a los gastos del concejo y las presiones de los señores feudales (el condestable de Navarra primero y el duque de Alba después) para obtener las mayores rentas.

La segunda, que denominamos etapa de legislación, pone las bases de una hacienda saneada a través de la elaboración de unas extensas ordenanzas locales. Se extiende a lo largo de la década 1526-36. En la tercera, desde 1537 hasta 1550, la ciudad consigue organizar de forma coherente la gestión de sus propios, disfrutando de una hacienda saneada que presentaba excedentes en casi todos los ejercicios.

El estudio de las haciendas locales y de los bienes de propios ha suscitado el interés de los historiadores desde muy antiguo. El conocimiento de los bienes que tenían las ciudades y las villas, de su origen y su evolución, así como de los ingresos que generaban a la hacienda permitía definir las peculiaridades de sus posesiones, ya fuese con objeto de preservarlas o de dilapidarlas. En el Reino de Granada, dada su tardía incorporación al marco territorial castellano, a las peculiaridades de su poblamiento y a la desidia posterior de sus autoridades, la conservación del patrimonio documental de los primeros años de dominio cristiano es escasa. Ello ha impedido la realización de estudios que tengan una base documental seriada en este período.

Huéscar y su primitivo urbanismo en un dibujo reciente. Archivo Histórico Municipal de Huéscar 

La ciudad de Huéscar presentaba durante el siglo XVI diversas peculiaridades que le hacían destacar en el panorama del Reino de Granada. Entre otras, la presencia de un sentimiento antiseñorial, la­tente desde antes de la conquista cristiana, que llevó a los firmantes de las capitulaciones con los Reyes Católicos a exigir su mantenimiento en el seno de la jurisdicción real; la posterior transgresión de estos acuerdos por los monarcas al entregarla en señorío al condestable de Navarra primero y a la casa de Alba, después. Su lucha contra el dominio señorial manifestada en sus protestas contra el navarro, y en tres revueltas contra don Fadrique de Toledo entre 1515 y 1521. Son también peculiares la regulación legal de la población a fuero de Cuen­ca; la presencia temprana de una población mixta, mayoritariamente cristianovieja, que no cesó de aumentar al abrigo de la explotación de los recursos naturales del término (madera, lana), y de las facilidades de los señores territoriales, especialmente de la casa de Alba y de su concejo. En definitiva, toda una madeja de intereses más o menos enfrentados entre el señor jurisdiccional, la oligarquía de la ciudad, los comerciantes genoveses, los señores de ganados, los terratenientes, los moriscos y los cristianos viejos.


Estas características hacen de la formación de su concejo y de los primeros pasos del mismo un hito importante en el contexto del reino granadino. Si en otra ocasión procurábamos explicar los primeros pasos de su legislación concejil, en esta nos proponemos como objetivo analizar de forma exhaustiva las finanzas del cabildo en la primera mitad del Quinientos. Un estudio que es posible debido a la presencia de una rica documentación. Las fuentes que nos permiten este acercamiento son las cuentas de propios de los años 1499, 1508, 1510, 1511, 1512, 1519 y la serie completa que se conserva desde 1537.

Entendida la fiscalidad como «el ejercicio de una extracción de recursos aplicado a un territorio determinado», analizadas las peculiaridades apuntadas en la ciudad de Huéscar y vista la evolución de las cuentas del concejo, podemos hablar de tres etapas en la hacienda del cabildo en la primera mitad del siglo. La primera, que recorre desde los años finales del XV hasta el fin de las revueltas comuneras contra la casa de Alba alrededor de 1525. Un cuarto de siglo en el que Huéscar pertenece al condestable de Navarra y a la casa de Alba desde 1513, presidido por la rapacidad señorial, la penuria económica del concejo y la lucha de la oligarquía local por conseguir el control de la riqueza y aumentar los bienes de propios. La segunda etapa, la década 1526-1536, que se puede denominar legislativa. En ella, una de las tareas fundamentales será la elaboración de las ordenanzas y sus posteriores correcciones. Se trataba, en suma, de sustanciar de forma legal el pacto tácito de participación en el poder al que se habría llegado con la oligarquía local después de sofocados los levantamientos antiseñoriales de los años anteriores. Se definen los bienes de propios de la ciudad y se delimitan los gastos en los que se podían aplicar de forma más o menos precisa. Se pondrán las bases de la posterior opulencia del concejo, la tercera etapa, que se desarrollará desde 1537 y que, además, estará definida por la sistematización en el proceso contable del concejo. Tres etapas que de forma precisa se analizan en las páginas que siguen.

 


Para leer el artículo completo

DE LA PENURIA A LA OPULENCIA: LAS FINANZAS DEL CONCEJO DE HUÉSCAR EN LA
PRIMERA MITAD DEL XVI.
Julián Pablo Díaz López. Chronica Nova, 31, 2005, pp. 65-98.


Vínculo al número 31 de la Revista

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